Entre los días 2 al 5 de octubre, se llevó a cabo el Retiro Juvenil Nazaret “Te seguiré” en el centro de Capacitación “Las Milpas” en Honduras; contando con la participación de 50 personas entre las Parroquias de San Juan Bautista, en Quimistán y Nuestra Señora de Suyapa, Las Vegas; departamento de Santa Bárbara.
El retiro, mismo que se nutre de la espiritualidad pasionista, se desarrolló con la ayuda de religiosos y laicos comprometidos pudiendo vivenciar un seguimiento más de cerca de la vida de Jesús, desde sus antepasados, que nos contagiaron de la esperanza de un Mesías libertador, para enternecernos con la llegada del Verbo Encarnado, y disfrutar Junto a Jesús mientras crecemos en sabiduría y en gracia.
Fue un retiro dónde se vivenciaron temas y dinámicas de algunos elementos importantes de la vida de Jesús, desde su bautismo, recordando nuestras promesas bautismales; pasando por el desierto como lugar de encuentro y fortaleza, para llegar a escuchar su llamado e invitación a seguirle y poder decir juntos el lema del retiro ¡Te Seguiré!
Disfrutamos de la alegría de ir con Jesús a Caná de Galilea, y junto a la hoguera, ser testigos de su primer milagro, transformando nuestras tristezas con la alegría del mejor vino que proviene de Él.
Abrimos nuestros sentidos a sus enseñanzas, revivimos y actualizamos sus parábolas para ser nosotros los promotores del Reino de Dios. Seguimos caminando tras las huellas del Nazareno para ser testigos de sus milagros y poder atrevernos a gritar como Bartimeo y tocar el manto como aquella mujer a quien se le escapa la vida y decir… ¡Si Tú quieres, puedes sanarme!
Al revisar nuestra vida, nos damos cuenta de los errores cometidos y nos dejamos moldear por Dios, así como el barro se deja moldear por el alfarero, teniendo la oportunidad de recibir el sacramento de la reconciliación, para salir renovados y fortalecidos para redescubrir el amor de Dios desde los gestos sencillos de la vida.
Con todo lo vivido, nos postramos ante el santísimo pidiendo a Jesús que nos enseñe a orar. Un retiro lleno de gestos que nos dejan un gran aprendizaje, avivan nuestro encuentro y animan el seguimiento de Jesús desde Nazaret.
Con esfuerzo subimos al monte Tabor para valorar lo bien que se está aquí y dejar que Dios habite en nuestra tienda… Pero hay que bajar del tabor y emprender camino desde lo cotidiano para encontrarnos nuevamente en Getsemaní, porque ésta aventura continúa.